Así fue la crisis de listeria por la carne mechada de Magrudis S.L.
- aiocana
- 16 dic 2020
- 5 Min. de lectura
Esta semana os hablo de la comunicación de la empresa Magrudis S.L durante la crisis alimentaria de la carne mechada de la marca La Mechá.

Cualquier organización empresarial puede verse afectada por un acontecimiento capaz de poner en riesgo su equilibrio natural, que pueda conducir a una crisis y amenazar no solo la estabilidad de la propia empresa, sino también la industria en la que opera. Todo acontecimiento adquiere un protagonismo especial si además es tratado por los medios de comunicación, que convierten el hecho en noticia y lo canalizan para transmitirlo a la opinión pública.
Las empresas deben ser capaces de realizar una gestión eficaz de la comunicación corporativa porque contribuye a evitar que una situación desemboque en una crisis o, si no es posible evitarlo, ser capaz de minimizar las repercusiones negativas que pueda sufrir la imagen corporativa de la empresa.

Las crisis son consideradas como un acontecimiento que tiene efectos negativos, representa un desequilibrio y una amenaza para la institución y su entorno, y que requiere una acción urgente.
Las características comunes a todas las crisis: el factor sorpresa, la singularidad, la urgencia y la situación de emergencia que aparecen con cada crisis, y la disminución de la cantidad y calidad de la comunicación en un momento en el que se necesita más información.
Una crisis también puede significar una pérdida de confianza dentro de la organización, dan lugar a investigaciones en profundidad por parte de los medios de comunicación, provocan incertidumbre del cliente para la empresa y en los trabajadores de esta, lo que generalmente conlleva la pérdida del contrato o el cambio de su vida diaria profesional.
Pero, ¿Qué causó la crisis empresarial de Magrudis S.L.?
Entre los meses de julio y octubre de 2019 se produce la crisis empresarial de la empresa Magrudis S.L. surge como consecuencia del brote de toxiinfección alimentaria asociado al consumo de carne mechada de la marca La Mechá, que contenía altos niveles de la bacteria Lysteria monocytogenes, elaborada por la propia Magrudis S.L. en la ciudad andaluza de Sevilla. La infección de la bacteria se encontraba en las agujas que utilizaba la empresa para introducir mechas de tocino en la carne antes de asarla y en un carro de horneado.

Según fuentes del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social de España, la Comunidad Autónoma de Andalucía notificó al sistema de vigilancia, a fines de septiembre de 2019, un total de 216 casos relacionados con el brote, la mayoría de los cuales se presentaron en Sevilla (173), aunque también hubo casos en otras provincias: Cádiz (13), Granada (6), Huelva (18) y Málaga (6). La crisis dejó un saldo de tres defunciones, siete casos de aborto y tres de muerte fetal.

Esta crisis sanitaria puso en riesgo la salud pública en España y causó una gran preocupación en la población. Según datos que pudimos sustraer de Google Trends, la búsqueda de las palabras listeria, listeriosis y carne mechada se incrementaron en un 100% en España, entre el período que va desde el 4 de agosto de 2019 hasta el 21 de septiembre de ese mismo año, presentando diferentes resultados según regiones.
A finales de mayo de 2020, la causa se encuentra en proceso judicial. Al propietario y administrador único de Magrudis S.L., Sandro José Marín, y a su padre, José Antonio Marín Ponce, se les imputa un delito contra la salud pública en su modalidad de fraude alimentario, tres delitos de homicidio por imprudencia, dos delitos de lesiones a feto con resultado de muerte y varios delitos de lesiones imprudentes. Actualmente, la causa se encuentra en proceso judicial.

¿Cuál fue la respuesta de Magrudis S.L.?
Durante este periodo de crisis, apenas existió comunicación de la empresa con los afectados, los medios de comunicación y con la administración pública. Únicamente realizaron declaraciones ambiguas y expontáneas a través de los medios de comunicación. José Antonio Marí insistió en que la firma cumplía con todos los protocolos de higiene, “No entiendo el maremágnum que se ha formado sobre mi empresa” aseguraba en una entrevista de El País. Asimismo, el abogado de la empresa culpaba a la empresa culpaba a las administraciones de "no vigilar".
Magrudis publicó un comunicado de prensa enviado desde el despacho RS Abogados de Sevilla a través del perfil de Twitter de @RubenSanchezTW en el que la empresa indica “ha dado parte al seguro de responsabilidad civil”. Sin embargo, no realizaron ningún comunicado oficial en la página web de la marca La Mechá del producto contaminado.

En todas las declaraciones defiende que la empresa desconocía la existencia de la bacteria en las instalaciones de su fábrica, afirmación que resultó ser mentira ya que sabían de su existencia meses antes. Una empresa en una situación de crisis no puede mentir a la opinión pública porque siempre le jugará en su contra. Como organización, Magrudis S.L. debió atender a los medios de comunicación porque tener el control de lo que se dice en momentos así es esencial. Por este motivo, cualquier declaración pública de la empresa durante la crisis debe estar preparada y el portavoz debe estar preparado y el comunicado debe estar consensuado por una asesoría jurídica, no improvisar en el momento como hizo el gerente de la empres Magrudis.

En resumen, únicamente he podido encontrar 24 declaraciones y 13 notas periodísticas distintas que realizó la prensa. De las 13 noticias empleadas, seis corresponden al periódico ABCdesevilla, tres a El País, una a El Mundo, dos de CADENA ser y otra de eldiario.es.
Respecto a los portavoces, los responsables de realizar las declaraciones en prensa fueron Sandro José Marín, José Antonio Marín Ponce y el abogado de Magrudis S.L. Por el lado de la administración pública, los principales portavoces de la crisis fueron: Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente del Partido Popular Andaluz y de la Junta de Andalucía; Jesús Aguirre Muñoz, titular de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía; y José Miguel Cisneros Herreros, director de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Medicina Preventiva (UCEIMP) del Hospital Universitario Virgen del Rocío, y nombrado portavoz de la crisis por parte de la Junta de Andalucía.
Esta crisis tuvo una gran repercusión mediática. El suceso fue portada de todos los medios generalistas de España, los programas de televisión retransmitían la última información del avance del brote y del proceso judicial e incluso cadenas de televisión como La Sexta realizó un reportaje documental sobre la crisis de la carne mechada.
Lecciones para el futuro:
Toda crisis debe servir para mejorar la gestión administrativa para futuras alertas sanitarias. Teniendo en cuenta el comportamiento de la empresa durante la situación de crisis, sería necesario realizar cambios en:
1. La toma de decisiones. La empresa debería haber informado de la posibilidad de infección en sus instalaciones por la posibilidad de generar un efecto nocivo para la salud de sus consumidores para protegerlos. Es una medida mínima y completamente necesaria para no poner en riesgo la salud.
2. La calidad y claridad de la comunicación. Ante una crisis empresarial, en este caso alimentaria, la empresa debe informar a la opinión pública de los riesgos que pueden sufrir al consumir el producto que ofrecen. Si la empresa emite mensajes ambiguos que dan pie a la especulación, generarán desconfianza en la opinión pública y se producirá una crispación social llena de bulos que no favorecerá a la imagen corporativa de la empresa. La información emitida debe ser clara, rigurosa y precisa.
3. Saber qué las vías de comunicación utilizar para llegar a la opinión pública. Los medios de comunicación son uno de los canales que tiene la empresa para poder llegar a sus consumidores y transmitirles información inmediata. También deberían utilizar las redes sociales y la propia web de la empresa para aprovechar la oportunidad de las redes sociales como canal de información y llegar directamente al consumidor sin intermediaros.
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