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Los incendios forestales, un lastre más para el medio ambiente

  • Foto del escritor: aiocana
    aiocana
  • 28 sept 2021
  • 4 Min. de lectura

En el primer post de la asignatura Periodismo especializado en Economía y Medio ambiente hablo sobre los incendios forestales, un problema ambiental que va en aumento en España.

Zona forestal quemada en Jubrique, Sierra Bermeja. Fuente: Gracía Santos. El País.

La Real Academia Española (RAE) define medio ambiente como "conjunto de componentes físicos, químicos, y biológicos externos con los que interactúan los seres vivos". No solo se trata del espacio en el que se desarrolla la vida, sino que también está formado por los seres vivos y las relaciones que tienen estos con el medio (agua, tierra y aire). Por lo tanto, conservar el medio ambiente es fundamental para mantener la vida tal y como la conocemos.


Fuente: medioambiente.blogspot.com

Existen herramientas como los indicadores medioambientales que permiten evaluar toda la información ambiental con el objetivo de reflejar las condiciones en las que se encuentra el medio ambiente o un fenómeno ambiental en un momento y lugar determinado. Estos indicadores pueden ser cuantitativos (se basan en parámetros) o cualitativos (se basan en observaciones y/o percepciones).



La importancia de este tipo de herramientas es que logran mostrar la correlación del medio ambiente con la economía, política y sociedad de manera eficiente y eficaz. Pero es necesario que los políticos se basen en los indicadores para implementar políticas útiles en materia ambiental.


Uno de los indicadores medioambientales que recoge el Anuario Estadístico de España 2020 del INE son los incendios forestales.


¿Qué son los incendios forestales?


Según la RAE, un incendio forestal es “fuego que se extiende sin control sobre combustibles forestales situados en el monte”. Se puede producir por causas naturales como la caída de rayos, por aumentos de temperaturas, escasez de lluvias que provocan aridez en la tierra; concurrencia de elementos químicos (oxigeno, calor y combustible); pero la mayoría son consecuencia de la acción humana, ya sea por una colilla, apagar mal una hoguera, por contaminar el monte con vidrios o por descuidos durante quemas agrícolas.


Para el medio ambiente son un lastre más porque su paso provoca la destrucción de la cubierta forestal, muerte de animales, desaparición de ecosistemas, aumento de las emisiones de CO2 a la atmosfera, desertificación, etc.


¿Qué se ha hecho en España ante este problema?


Es uno de los países de la Unión Europea más afectados por los incendios forestales, un problema ambiental que, acogiéndonos a los datos publicados por el INE, amenaza con intensificarse debido a los efectos del cambio climático (entre otras causas). A pesar de que países vecinos como Portugal, Francia o Italia también sufren este problema de primer orden, aún no existe una política forestal europea.


En España, el medio ambiente apenas ha ocupado el 0,44% de los temas abordados en el Congreso de los Diputados entre 2011 y 2016, cuando era y sigue siendo uno de los puntos con mayor conflictividad constitucional, según apunta un informe de Seo/Birdlife sobre la gobernabilidad ambiental en España. Dicho análisis muestra como los impuestos en medio ambiente se han reducido gradualmente convirtiéndose España en 2015 en uno de los países de la Unión Europea con menos porcentaje de su PIB preveniente de impuestos ambientales. Actualmente sigue siendo uno de los países que menos dinero destina a estos desastre naturales.


Fuente: Anuario Estadístico Español de 2020 del INE

Analizando el Anuario Estadístico de España 2020, podemos observar como desde 2011 hasta 2018 (años estudiados) tanto el número de incendios como la superficie forestal afectada ha disminuido. Sin embargo, en 2017 se alcanzó la cifra más alta con respecto a las hectáreas forestales arrasadas por los incendios (180.221 ha) y donde se produjo el mayor número de grandes incendios (56).



Fuente: Anuario Estadístico Español de 2020 del INE

Los datos del Anuario Estadístico Español 2020 que hacen referencia a los incendios forestales por comunidades autónomas en 2018, muestran que Cantabria fue la comunidad con mayor superficie forestal afectada. Sufrió 380 incendios que arrasaron un total de 3.909,7 ha.

Como podéis ver, el norte peninsular en dicho año fue la zona más afectada.


La ciudad autónoma de Melilla es la única que no sufrió ningún incendio.



2021, con con 75.548 hectáreas quemadas en 7.244 incendios forestales, se convierte en uno de los peores del último lustro, según informa la Dirección General de Protección Civil. Las cifras suponen una media de más de 700 incendios al mes, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco).


Superficie quemada IF Navalacruz. Fuente: El Norte de Castilla

El fuego más grave de lo que llevamos del año y uno de los más grandes en 21 años, es el incendio de la Sierra de la Paramera (Ávila) que ha calcinado un total de 22.000 ha, según los datos oficiales de la Junta de Castilla y León.





Los incendios forestales como el IF Navalacruz no son un solo problema ambiental, también son un problema económico y social. Afortunadamente el incendio no ha provocado pérdidas humanas, pero si de ganado, el medio de vida de muchos abulenses.

Fuente: Diario de Ávila, Agencia EFE y AFP.


Con la aprobación por parte del Consejo de Ministros de 700.000 euros para actuaciones de emergencia tras el incendio, los abulenses ven más cerca que la Junta de CyL ponga en marcha un

operativo de recuperación de la zona declarada "zona catastrófica".


Las actuaciones de recuperación están relacionadas con la protección del suelo, acuíferos, restauración vegetal y la atención a necesidades de los sectores económicos más afectados mediante el bastecimiento de forraje y agua para el ganado.


Fuente: ABC

El sector ganadero ha sido uno de los más afectados ya que, según el inventario de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, se han visto afectadas, en distinto grado, 300 explotaciones ganaderas que contaban con 33.000 animales, el 45 % de ganado bovino y el 53 % de ovino y caprino. La superficie de pasto quemada aprovechable por el ganado ha sido algo más de 14.000 hectáreas.


Tras este último incendio en la provincia de Ávila, los abulenses siguen defendiendo el tópico de "los incendios se apagan en invierno", un tópico con fundamentos y experiencia de base.

Todos los veranos vemos como se quema nuestra tierra sin poder hacer nada porque las labores de vigilancia y limpieza de nuestros bosques se reducen durante el invierno.

Esto me lleva a hacerme la siguiente pregunta:


¿Cuántas hectáreas se hubieran podido salvar si se mantuviera el mismo número de bomberos forestales en invierno que en verano?


Según me informa un agente forestal del Valle del Tiétar, "si en invierno hubiera el mismo número de brigadas y se realizaran las podas y desbroces, ayudaría a eliminar el combustible que se acomula en los montes y, por lo tanto, facilitaría las labores de extinción en verano y el número de hectáreas sería arrasadas sería muy inferior".


By Aitana Ocaña Plasencia.

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